Cuando hablamos de corrosión de inmediato se nos viene a la mente imágenes o conceptos como la oxidación, deterioro del material, debilitamiento de la estructura, pérdidas económicas, además de cómo proteger y prevenir este proceso. Cuando la corrosión tiene un grado muy alto una de las mejores soluciones es realizar una limpieza mecánica utilizando un abrasivo a alta presión, este proceso se le llama Sand Blast. Los abrasivos más utilizados en el mercado son: arena, escoria, granalla etc. Generalmente y lo más recomendado es realizar este tipo de proceso en áreas donde no presente afectación la generación de polvo, altas temperaturas o inclusive la generación de chispas que pudieran desencadenar problemas más serios.
Los procesos de limpieza abrasiva con WET BLAST o WETBLASTING es una técnica de preparación de superficie la cual consiste en mezclar abrasivo, agua y un inhibidor de corrosión que va en dependencia del proceso o área que estemos trabajando. Este sistema nos ayuda a generar un lavado con agua y aire a presión que nos permite eliminar soluciones o componentes que provocan la corrosión, además el inhibidor nos permite prolongar la aparición del oxido en el sustrato expuesto después de la limpieza.
La inhibición de la chispa en el proceso de WETBLASTING así como la extinción de la nube de polvo son dos características muy importante a tener en cuenta cuando debemos de elegir el método o técnica empleada según el área de trabajo ya que nos permite trabajar en áreas que deben de estar libres de partículas contaminantes o donde la fricción del abrasivo pudiera llegar a generar un calor excesivo y provocar ignición en cualquier componente o productos que esté relacionado en el área de trabajo. Tener un abrasivo anti chispa y libre de polvo nos permite trabajar en áreas donde su proceso operativo requiere un alto grado de seguridad como son:
- Refinería.
- Plantas de compresión, distribución y almacenamiento de GAS.
- Plantas almacenadoras de combustibles.
- Plantas separación de gases industriales
En general la técnica WET BLAST convierte el sistema en una opción más segura y respetuosa con el medio ambiente en comparación con el blasting en seco, permitiéndonos realizar mantenimientos preventivos y correctivos en las áreas más comprometidas hablando operativamente.